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...a la web de la Hermandad de la Santísima Virgen de los Dolores de Archena, punto de encuentro de miembros de la Hermandad y del público en general... un lugar dedicado a Ella...

viernes, 27 de marzo de 2015

Hoy es... Viernes de Dolores

Hoy es Viernes de Dolores y, en este día, recordamos el sufrimiento, pero también la fortaleza de Nuestra Madre María. Hoy que, cuando empiece la Misa Solemne en su honor o cuando procesione por las calles de Archena en el Vía Crucis, todas las miradas estarán puestas en Ella, te pregunto, ¿qué te dice cuando la miras de frente? ¿Qué te dice su mirada al cielo y las lágrimas que corren por sus mejillas? ¿Qué te dicen esas manos abiertas? y, ¿ese puñal clavado en su corazón? A mí me dicen muchas cosas. Su mirada es una mirada de dolor por las lágrimas pero también es una mirada de amor y de fe y me dice que este mundo depende de la Fe y del Amor que tenga yo. Esa misma mirada y las palmas de sus manos dirigidas al cielo me dicen que ante la adversidad tengo que aceptar la voluntad del Padre en mi vida, porque Ella con ese mismo gesto y tragando su pena, supo aceptar la voluntad de Dios. María es todo un ejemplo de Fe, Amor, Esperanza y Caridad. María es mi ejemplo de todo ello. Y a ti, ¿qué te dice la María, la Virgen Dolorosa, cuando la miras de frente?


Los que esta tarde podréis acompañarla durante la Misa y el Vía Crucis, alzar la vista y mirarla durante unos minutos, allí en su trono. Los que estamos lejos podemos mirarla a través de una foto y ver en Ella su grandeza, lo que con un gesto tan sencillo nos está transmitiendo. Mirémosla hoy, démosle gracias por ser nuestro ejemplo y hagamos de su vida nuestro modelo de vida.

En nombre de la Hermandad de la Virgen de los Dolores de Archena, ¡Feliz día a todos, feliz Viernes de Dolores!

María Dolores Gómez Moreno.
Secretaria de la Hermandad. 


martes, 17 de marzo de 2015


Queridos hermanos cofrades y simpatizantes de nuestra Hermandad, os quiero transmitir este mensaje o reflexión, llamémosle como queramos.
Me siento orgulloso de pertenecer a esta Hermandad de la Santísima Virgen de los Dolores;  mi camino empezó desde niño, sentimiento que me inculco mi padre que en gloria esté y junto a nuestra Madre La Virgen de los Dolores, me acuerdo con cariño de aquellos días que mi padre venia de trabajar y apenas sin tiempo para cenar se arreglaba y se disponía a sacar en procesión a nuestra Madre del Cielo, que compromiso tan fuerte y que devoción digna de admiración.
Recuerdo también mi primer año como andero en 1996 que ilusión al fin poder llevar a mi querida Virgen sobre mis hombros, cuando mi padre me preguntaba cómo iba y le decía que cansado,  él me respondía ¡vamos para arriba!. Ahí me enseñó mi padre a luchar por las cosas, con fortaleza y constancia todo sale para delante.

Tal vez por eso,  al faltar de mi lado,  me involucré más en mi Hermandad, cuanto más luchaba y más proyectos nuevos pensaba, más cerca estaba de él y me di cuenta que si queremos que las cosas cambien lo primero que tenemos que hacer es cambiar nosotros , porque yo también era de los que se quejan porque no me gustaban algunas cosas pero no hacía nada por cambiarlas, era más fácil quejarme.

Por este motivo invito a todo el que lea este mensaje a unirse a nuestra Hermandad, tiene que ser una unión de gente Cristiana y con un único fin,  ayudar a los más necesitados, estar unidos y fuertes en la Fe, como nos enseñó Nuestro Señor  y nuestra Madre.
Somos un grupo de gente joven con muchas ganas de trabajar y de hacer grandes cosas, respaldados por un maravilloso  grupo de gente veterana de la Hermandad que hasta el día de hoy lo han hecho chapó  para quitarse el sombrero, por eso pienso que con su sabiduría y experiencia y nuestra fortaleza de juventud haremos un gran futuro juntos para nuestra Hermandad.
Amigos que no os pueda la pereza, os invito a acompañarnos en este nuevo proyecto.
Y como despedida que ¡¡VIVA LA VIRGEN DE LOS DOLORES!!!
Un Saludo

José Carmelo Puentes Palazón


martes, 3 de marzo de 2015

A LAS PUERTAS DE SEMANA SANTA.........

                             
 Otra vez llega Semana Santa,  pero ¿qué es Semana Santa?. Desde el punto de vista cofrade es la manifestación en la que Hermandades y Cofradías celebran la pasión, muerte y Resurrección de Cristo, realizando estaciones de penitencia y celebraciones cristianas junto a todos los ciudadanos. Pero la Semana Santa es mucho más que eso e implica muchas más cosas; el músico da lo mejor de sí para que la música cofrade cree un ambiente celestial, el costalero se siente orgulloso de cargar con el peso del paso, el nazareno se viste y acompaña a su Imagen con respeto y devoción, el ciudadano espera en cualquier esquina el paso de la procesión para avivar su emoción y su devoción. La Semana Santa es todo esto y mucho más.  Es una época llena de sentimientos, emoción, pasión, devoción e ilusión. Muchas personas han dedicado durante todo el año parte de su tiempo para conseguir que en estas fechas, cada paso, cada calle de nuestro pueblo sea un impacto que exalte y conmueva nuestros corazones.  Nuestras procesiones son peculiares, únicas, diferentes de las de cada otro pueblo o ciudad.  Son nuestras muestras  de fe y catequesis.

   Es difícil expresar con palabras el momento de participar en una procesión, cargar un trono, o simplemente participar como mero espectador. Año tras año las procesiones son las mismas, pero no queremos perdérnoslas, Suena el tambor, las cornetas y nuestra sangre empieza a hervir, es como un veneno que recorre nuestras venas. Tanto si llevamos tiempo preparando los atuendos para ello, como si no, salimos corriendo al encuentro de esas imágenes.

  Ver a Jesús cargando con la cruz sobre sus espaldas, sus caídas, el momento que consuela a su madre y a las mujeres que lloran en la calle, siendo desnudado delante de todos, clavado en la cruz, perdonando a sus verdugos  y luego entregando su espíritu en manos del Padre. La experiencia triste de la Virgen que ve cómo tratan a su Hijo, tan triste como las de las madres de hoy que ven a sus hijos morir en la guerra, o en los atentados, o víctimas de alguna enfermedad incurable.


   La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Vivir la Semana Santa,  es acompañar a Jesús  con nuestra oración, es darle a Dios el primer lugar, es  participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección.


    Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó.  Debemos aprovechar este tiempo para la oración y la reflexión sobre la muerte y resurrección de Cristo, lo que significa para nuestra vida día tras día.