Otra
vez llega Semana Santa, pero ¿qué es
Semana Santa?. Desde el punto de vista cofrade es la manifestación en la que
Hermandades y Cofradías celebran la pasión, muerte y Resurrección de Cristo,
realizando estaciones de penitencia y celebraciones cristianas junto a todos
los ciudadanos. Pero la Semana Santa es mucho más que eso e implica muchas más
cosas; el músico da lo mejor de sí para que la música cofrade cree un ambiente
celestial, el costalero se siente orgulloso de cargar con el peso del paso, el
nazareno se viste y acompaña a su Imagen con respeto y devoción, el ciudadano
espera en cualquier esquina el paso de la procesión para avivar su emoción y su
devoción. La Semana Santa es todo esto y mucho más. Es una época llena de sentimientos, emoción,
pasión, devoción e ilusión. Muchas personas han dedicado durante todo el año
parte de su tiempo para conseguir que en estas fechas, cada paso, cada calle de
nuestro pueblo sea un impacto que exalte y conmueva nuestros corazones. Nuestras procesiones son peculiares, únicas,
diferentes de las de cada otro pueblo o ciudad.
Son nuestras muestras de fe y
catequesis.
Es difícil expresar con palabras el momento
de participar en una procesión, cargar un trono, o simplemente participar como
mero espectador. Año tras año las procesiones son las mismas, pero no queremos
perdérnoslas, Suena el tambor, las cornetas y nuestra sangre empieza a hervir,
es como un veneno que recorre nuestras venas. Tanto si llevamos tiempo
preparando los atuendos para ello, como si no, salimos corriendo al encuentro
de esas imágenes.
Ver a Jesús cargando con la cruz sobre sus espaldas, sus caídas, el
momento que consuela a su madre y a las mujeres que lloran en la calle, siendo
desnudado delante de todos, clavado en la cruz, perdonando a sus verdugos y luego entregando su espíritu en manos del
Padre. La experiencia triste de la Virgen que ve cómo tratan a su Hijo, tan
triste como las de las madres de hoy que ven a sus hijos morir en la guerra, o
en los atentados, o víctimas de alguna enfermedad incurable.
La Semana Santa es el momento litúrgico más
intenso de todo el año. Vivir la Semana Santa,
es acompañar a Jesús con nuestra
oración, es darle a Dios el primer lugar, es
participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este
tiempo litúrgico. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a
nosotros y el poder de su Resurrección.
Lo importante de este tiempo no es el
recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y
resucitó. Debemos aprovechar este tiempo
para la oración y la reflexión sobre la muerte y resurrección de Cristo, lo que
significa para nuestra vida día tras día.
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